Como puede parecer evidente, los idiomas son la clave de la comunicación para los proyectos de atractividad. Por tanto, si se quiere atraer a profesionales digitales de todo el mundo a los destinos que estamos promocionando, es necesario que dicha promoción y comunicación se pueda realizar en múltiples idiomas.
¿Cuáles son los idiomas que tenemos que utilizar para atraer a los profesionales digitales?
Parece mentira, pero hay que seguir insistiendo en el dominio práctico del inglés. Es el idioma franco del siglo XX y de XXI. El inglés es como el WIFI y un internet de alta velocidad, una condición sine qua non. En España se ha invertido mucho tiempo y dinero en las lenguas regionales, cosa positiva que, sin embargo, quizá nos ha hecho perder el norte sobre la verdadera función y utilidad del idioma, la comunicación. Promover identidades en lugar de elementos prácticos, limita nuestra atractividad y adaptabilidad económica, mas allá de sus eventuales efectos antisociales. En cualquier caso, tenemos que tener en cuenta que nuestro objetivo es atraer a profesionales digitales de todo el mundo. Personas que puedan aportar conocimientos, creatividad, proyectos, inteligencia, saber hacer, impuestos, consumo y población activa, pero que puede que no hablen nuestra lengua.
Con todo, además del inglés otros idiomas pueden ser básicos si queremos atraer a profesionales digitales de países no anglófonos. El francés para los francófonos como Bélgica, Suiza, Luxemburgo, Canadá o la propia Francia. Alemán en Suiza, Austria o Alemania; holandés, sueco, danés, finés, italiano, ruso, etc… Si nuestro proyecto se enfoca a los nómadas, los idiomas son aún más importantes ya que a diferencia de los profesionales que desean establecerse en un nuevo país, los nómadas no van a aprender el idioma local.
Idiomas y algo más.
La traducción de todo nuestro programa online, debe hacerse al menos al inglés y si es posible ampliarlo a un par de lenguas más. Eso facilitará que la información llegue a nuestros potenciales nuevos residentes. Además de esa labor de traducción y promoción en idiomas diferentes al del destino, es básico formar al personal que se ocupará de los programas de atractividad. El personal, tanto de las instituciones públicas como privadas, que tendrá relación con los candidatos debe ser capaz de comunicarse en los idiomas internacionales.
Si se quiere que el destino sea atractivo, debe facilitar al máximo las gestiones, haciendo más eficaz la primera toma de contacto. Un dominio del inglés, el franceses, sueco o ruso ayudará a convencer al candidato del interés del destino. No todo el mundo habla inglés, por ello, si somos capaces de comunicarnos con los emprendedores y sus familias, éstos pueden escoger nuestro destino ante la facilidad de recibir ayuda en su idioma. Hemos repetido que las cuestiones prácticas y la proactividad de un destino son, finalmente, factores clave en la atractividad.
Lenguas como motor de integración y nuevas oportunidades.
El conocimiento de las lenguas de los nuevos residentes no es sólo una deferencia interesada hacia ellos. Es la clave de una buena integración en la sociedad de acogida y una puerta hacia nuevas oportunidades. Los profesionales y sus familias necesitarán, una vez instalados, aprender o perfeccionar el conocimiento de la lengua local. Por ello es indispensable que exista personal capaz de organizar cursos de idioma y de mantener un seguimiento de su instalación en la zona.
Cursos mixtos entre nuevos residentes y locales pueden permitir que esa integración social sea más rápida. Así se abrirán muchas oportunidades de colaboración, trabajo y amistad entre todos ellos. La llegada de unas pocas familias desde Holanda o Estados Unidos o de un grupo de extranjeros de varios destinos puede permitir que al final mucha locales aprendan varios idiomas, algo que es una gran ventaja en nuestra sociedad global.
Como no dejaremos de repetir, la atractividad de profesionales digitales y su instalación es una gran oportunidad económica y social para las poblaciones que los reciban.